martes, 17 de septiembre de 2013

Arte Gótico


                             

El arte gótico surge en Europa durante la Edad Media por los godos. Se extendió cronológicamente desde finales del siglo XII hasta el principio del Renacimiento.

Todo el arte de este periodo estaba relacionado con la religión. Las iglesias y las catedrales eran las muestras más importantes.

Arquitectura Gótico

Se utilizan tres son los elementos principales que otorgan a la arquitectura gótica su peculiar personalidad: 
©       El arco apuntado u ojival
Arco Ojival
©       La bóveda de crucería
Bóveda de Crucería
©       Los arbotantes
Arbotante


A parte de dar soporte a  las bóvedas, los arbotantes también servían para canalizar el agua de las lluvias, las bocas de desagüe se decoraban con figuras de seres monstruosos, llamadas gárgolas.

Y en este periodo surgen las plantas de "Cruz Latina", las cuales se siguen utilizando.

                                                        



Escultura Gótica
La escultura en el periodo gótico se utiliza principalmente en las fachadas de las iglesias, en donde tienen una función evangelizadora, ya que es una forma de catequizar a las personas analfabetas. Tiene raíces de la escultura románica, de quienes heredan la rigidez, pero finalmente evoluciona en esculturas más naturalistas, aún que también conservan influencias de las esculturas griegas y romanas, pero se les agrega más detalle en las telas, tienen mejor encarnación, expresiones faciales y poses.


La escultura gótica es más naturalista que la románica, más humana. Sus características principales son: la introducción de el movimiento y la línea curva, la posición de la Virgen, quien normalmente se encontraba siempre de frente y ahora la representan inclinándose al niño, las formas plenas que sobresalen del soporte en el cual se apoyan, y su monumentalidad serena y aérea. Normalmente en las esculturas se representaban las vidas de los santos y de la Virgen, a los apóstoles y a los calvarios.

Vitrales

                                  

Los vitrales complementan a la arquitectura y añade a sus caracteres ópticos funcionales un papel didáctico a través de su iconografía.


Sus materiales traslucidos, que además de captar y transmitir modulaciones coloreadas de luz al interior de los edificios, dan una significación simbólica, ya que la luz que traspasaba los vitrales representaba la presencia de Dios. Estos vitrales tienen triple carácter: funcional, óptico y espiritual.

La vidriera está formada por una serie de vidrios de colores, que están organizadas para representar determinadas escenas las cuales se engarzan sobre una pared de plomo.Los vitrales están considerados como la verdadera pintura gótica, ya que básicamente sustituyen a la pintura mural. Más adelante en el gótico, se suprimen progresivamente el muro de fábrica o muro de carga y lo sustituyen por el «muro translúcido», que son los amplios ventanales con vitrales de color que proporcionan al interior de las iglesias y catedrales una atmósfera cálida y coloreada.


Las escenas que se plasman en los vitrales, que normalmente eran escenas del Antiguo y Nuevo Testamento, se desarrollaron en series de medallones y en sentido vertical. Poco a poco se amarran en registros horizontales. Los temas preferidos son los del juicio final, Cristo, y la Virgen.

También se utilizan mucho el rosetón, que es una ventana circular y dotada de vidrieras. Estos normalmente representan a la Virgen María o a Cristo.


Referencias:
Historia del Arte (segunda edición). Autor: María del Rosario Farga Mullor. Editorial: Pearson

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