lunes, 16 de septiembre de 2013

Escultura Griega

Discóbolo de Mirón
Las esculturas griegas son idealistas, ya que buscaban imitar al hombre que consideraban bello y retrataban la belleza que consideraban ideal. Eran también representaciones de sus héroes, que no eran necesariamente personas reales, más bien eran encarnaciones de los valores más importantes de su cultura.

Muchas de las esculturas romanas son réplicas de las esculturas griegas, las cuales representaban al ideal de belleza de la época. 

Para los griegos, el símbolo de perfección era el cuerpo masculino, el cual era digno de admiración. Pero el espíritu era igualmente importante, y trataban de representarlo en sus esculturas.

Una de las características más importantes de las esculturas griegas es que son realistas, pero este es un realismo idealizado, en el cual el hombre es el protagonista.
Hermes con Dionisios niño

Las esculturas griegas están divididas en 3 periodos:
©       Periodo Arcaico
Abarca del siglo VIII a.C. al VI a.C.
En este periodo las esculturas son muy grandes y presentan un aspecto rígido y poco natural, los ojos son almendrados y el pelo es geométrico.
©       Periodo Clásico
Abarca del siglo V a.C. al IV a.C.
Durante este periodo se alcanza el momento de mayor esplendor en el arte griego. Los escultores logran un equilibrio entre lo corporal y lo espiritual, además de que las esculturas muestran un alto grado de naturalismo, serenidad y belleza idealizada.
Algunos artistas de este periodo son: Mirón, Policleto y Fidias.
©       Periodo Helenístico
Abarca del siglo III a.C. al I a.C.
En ese momento Alejandro Magno conquista Egipto y funda Alejandría.
Durante este periodo cambia la concepción de la escultura y se valoran los sentimientos y el movimiento. Los cuerpos son más expresivos al igual que los gestos.
La obra más representativa de este periodo es Laocoonte y sus hijos.


Laocoonte y sus hijos

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